Las cartas de amor de una profesora marroquí y la clave de un pase de drogas
al boughaz news
Un hombre y una mujer, con un proyecto de vida en común ya que planteaban casarse, se enfrentan a 3 años y medio de cárcel por tráfico de hachís | Ambos dicen ser inocentes y se culpan mutuamente
“Me decía: si me quieres, te debes sacrificar”. Y el sacrificio era nada menos que confesarse culpable del intento de pase de 28 kilos de hachís repartidos en las 4 ruedas de un vehículo que debía cruzar el 17 de mayo de este año desde Ceuta a Algeciras.
Yasir A., que se enfrenta a 3 años y medio de cárcel por un delito contra la salud pública, mantiene que fue engañado por Fatima M., una profesora de Marruecos que conducía ese coche y con la que tenía una relación que debía terminar en boda. Ha terminado de momento en la cárcel, con ambos presos preventivos hasta que se esclarezca quién es responsable de ese pase. Uno, otra o los dos.

Eran pareja, dicen que se querían, pero el negocio de la droga terminó dando pie a sentimientos opuestos. Ahora él confiesa que lo han utilizado. Y lo ha hecho la mujer con la que se iba a casar compartiendo un proyecto de vida.
Fiscalía pide que ambos, conductora y copiloto, sean condenados. Las defensas respectivas reclaman la absolución de sus patrocinados. El de Fatima considera que la engañaron, pero el de Yasir mantiene que la historia es a la inversa, que su cliente nada sabía de ese hachís y recalca que quien conducía el coche con la droga, siendo además la dueña del vehículo, era ella.
A falta de lo que dictamine su señoría, en el juicio se puso de relieve una historia de amor truncada por un pase de drogas en el que hombre y mujer intentan echarse las culpas uno a otra o, incluso, intentar comprar la voluntad de algún preso para que aparezca en escena como nuevo dueño de la mercancía.
“Yo no sabía que ella tenía otra cara, a mí solo me enseñó la de profesora y madre”, detalló ante el magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 2 que ha dejado el juicio visto para sentencia. Confiesa sentirse engañado por quien le ha llevado a una celda.
La historia en sí se desencadena un 17 de mayo en el embarque de vehículos a las 21:30 horas. La Guardia Civil atendió la señal de uno de sus canes especialistas que alertaba de que en ese coche había hachís. Iba cargado, repartidos 28 kilos en hasta 109 bloques por las 4 ruedas.
Ella y él terminaron arrestados, pasaron ante el juez instructor para terminar después en una celda esperando juicio. En estos meses se han enviado cartas en las que, además de confesar su amor, intentaban echarse las culpas del pase.
Cartas de amor cuya caligrafía ha sido examinada por peritos especialistas de la Guardia Civil para constatar la autoría.


